27.10.09

La UNIÓN CÍVICA vuelve al Parlamento.



Aldo LAMORTE será Senador

A cien años de su proceso fundacional, tras una trayectoria parlamentaria de un brillo impar, con legisladores de la talla de Secco Illa, Antuña, Regules, Brena y Chiarino, a quienes se debe leyes de altísimo mérito, después de más de 20 años de no contar con representantes en la cámara baja y más de 40 en la alta, la Unión Cívica vuelve por sus fueros y tendrá un Senador en la próxima legislatura.-
En efecto, el Arquitecto Aldo Lamorte, Presidente de la Unión Cívica, en función de la Alianza Programática y electoral celebrada el año pasado con el Partido Nacional, ha sido designado suplente del tercer Senador de Alianza Nacional, Doctor Eber Da Rosa, con el firme compromiso de la cúpula partidaria de que, buena parte de la legislatura, la desempeñe el líder cívico.-
Para el añoso Partido fundado por Juan Zorrilla de San Martín, éste ha sido un logro fundamental, por cuánto un período más sin representación parlamentaria, sin lograr incidir en la conducción política, podía haber significado un paso hacia la desintegración de una agrupación política tradicional, de diáfana trayectoria, que ha hecho de la ética y el apego a los ideales lo principal de su prédica y su acción. Por todo ello, la UC tiene bien ganado su lugar en el escenario político nacional, más allá de coyunturas, corrientes de opinión y líderes más o menos carismáticos, que aparecen y desaparecen con la misma fugacidad de toda peripecia humana.-
Lo verdaderamente importante, lo que trasciende la brevedad de la vida individual, son las ideas, las doctrinas y las Instituciones.-
Con la Alianza electoral y programática celebrada con el Partido Nacional, la Unión Cívica se aseguró el retorno al Parlamento, de dónde nunca debió estar ausente; pero mucho más importante que eso, logró que buena parte de sus propuestas se lleven a la práctica, porque el Partido Nacional las aceptó “in totum” y las incorporó a su programa de gobierno.-
En resumen: de la mano de Aldo Lamorte, la Unión Cívica vuelve al senado. Pero más importante, sus ideas vuelven al gobierno.
La Unión Cívica siempre fue un partido minoritario.
Su mejor desempeño electoral fue en el año 1946 cuando obtuvo un senador y cinco diputados. Sin embargo, su incidencia en el quehacer político fue siempre mucho más notable que su representatividad proporcional. Eso se debió, sin duda, a la reconocida brillantes de sus parlamentarios, pero, sobre todo, a su robusta plataforma doctrinal basada en el humanismo cristiano.
A partir de la próxima legislatura entonces, la voz católica y social cristiana vuelve al parlamento, un retorno muy oportuno, por cierto, en ésta época pos moderna, de sórdido materialismo en que la acumulación de dinero y bienes parece ser la única legitimación de la existencia, de falta de solidaridad, de imperio de los desvalores y de eclipse del sentido trascendente del ser humano y su espiritualidad.
Extraído del periódico El Bien Común

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