Tacuarembó | José Esteves
FUENTE: El País Digital
La razón de ser del PARTIDO UNIÓN CÍVICA en el contexto político del Uruguay actual, al entrar en el siglo XXI que anuncia a nivel mundial una globalización trascendental con cambios culturales, sociales y económicos de la mano de una Revolución Tecnológica y Cibernética acelerada, sigue siendo, como en sus comienzos, la de proyectar y desarrollar en el país los principios social cristianos acerca de la paz, la justicia en libertad, el crecimiento individual y social por medio de la satisfacción correcta de las necesidades humanas y la gestión colectiva democrática y solidaria de los recursos del país.
Lejos de perder vigencia con el correr de los tiempos y el devenir de los cambios, estos principios social cristianos basados en valores espirituales y morales no superados ni sustituidos por doctrina o filosofía alguna, resultan cada vez más imprescindibles para enfrentar la deshumanización materialista de las formas culturales que se imponen masivamente y de los sistemas de poder económico que rigen caprichosamente los destinos de los pueblos.
Por ello la UNIÓN CÍVICA con su nueva estructura, que ha permitido la participación política de grupos que no habían encontrado la brecha para su accionar, dentro de las bases democráticas del país, ante la constante oposición de quienes se creen dueños del poder. Así se ha abierto una puerta dentro de un marco de paz, democracia, libertad, justicia y solidaridad, que son las bases de todos los que integramos esta nueva fuerza política.
Por ello la UNIÓN CÍVICA seguirá luchando por superar el escepticismo y la falta de confianza en el sistema político causados por tantos mesianismos, demagogias y vanas confrontaciones personalistas, con el fin de dotar a la democracia de bases realmente sólidas a través de una actuación dirigida por principios bien definidos hacia proyectos concretos destinados al bien común.
Por ello la UNIÓN CÍVICA mantendrá su esfuerzo vigoroso en la búsqueda de los caminos más adecuados a la concepción cristina para que esa democracia pueda concretarse tanto en lo político como en lo social, con igualdad de derechos, obligaciones, oportunidades y responsabilidades para todos los ciudadanos sin distinción alguna.
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